Nuestra experiencia piloto con madera carbonizada.
De la teoría y la investigación, hemos pasado a la acción.
En el Instituto de Cardiología ICMAS, hemos proyectado una refacción de la fachada de una casita de barrio, transformándola en un instituto de cardiología moderno. Entre otros detalles, de los que hablaré en otro artículo posterior, hemos realizado la experiencia piloto de un plano en el acceso, revestido con madera carbonizada.
El procedimiento es la primera vez que lo realizamos, tanto en nuestra dirección técnica como el personal de obra (carpintero) que lo realizó con sus propias manos.
- Damián Godoy, nuestro carpintero, ensayando los primeros pasos del «carbonizado» o Shou Sugi Ban o Yakisugi, en su idioma original, el japonés.
En este caso, se está aplicando con soplete, lo que da contról sobre la cantidad de calor aplicado, pero se realiza el trabajo demanera más lenta.

Sin embargo, este método es demasiado lento, por lo que se optó por utilizar un método inclusive más parecido al original y milenario, que es preparar una fogata dentro de un tacho, y de este modo el proceso se acelera al lograr más calorías y mayor superficie de quemado.
El resultado final es una madera totalmente negra, y con una textura espectacular que sólo puede lograrse de este modo.

Pero lo más intersante, es cuando la madera carbonizada ya se la coloca en su sitio y se la combina con otros materiales como el aluminio, para darle contraste y resaltar uno sobre el otro por contraposición. Realmente espectacular. La sensación de rusticidad…de lujo.